Consultas

Doctor: Vivo pensando en desaparecer o esconderme en un placard y acurrucarme en posición fetal. Soy un fracaso y no vale la pena seguir viviendo. Muchas veces pienso de qué manera podría matarme. Esos pensamientos continuamente me torturan, no me los puedo sacar de la cabeza. ¿Cómo puedo hacer para eliminar esos pensamientos de mi mente?

Raquel B. -Michoacán, Mexico

Estimada Raquel:

Lo que puede hacer es enfrentar sus pensamientos catastróficos y vencerlos. Me temo que no desaparecerán, pero puede bajarles el tono y seguir adelante con su vida sin que ellos interfieran. Se estima que un 65% de las personas tienen una herencia que los predispone a la tristeza, el pesimismo y las ideas negativas de autoculpabilización o autodestructivas. Es posible que usted sea parte de quienes tienen esa tendencia. Cuando los pensamientos negativos provienen de la herencia es prácticamente imposible impedir que ellos desaparezcan, pero si es posible ejercer el derecho a no sucumbir a esos pensamientos. Muchas personas importantes de la historia convivieron con sus pensamientos negativos y trascendieron como Abraham Lincoln y Wiston Churchill. Cuando uno decide enfrentarlos, puede utilizar diferentes recursos para contrarrestarlos. En primer lugar hay que pensar que ellos no van a poder más que usted. Usted puede vencerlos. Dígase a sí misma, que no podrán con usted. Si es religiosa, pídale a Dios que le ayude. Ore con fervor y seguramente Dios le dará la victoria. Otro medio son las estrategias distractivas, Cuando los pensamientos están queriendo dominar su mente, enfóquese en otra cosa, dirija la atención a otros hechos. Diga: “Ahora no tengo tiempo para pensar en estas cosas” y ocúpese de algo que la absorba activamente. A veces, puede ocurrir que, sin darse cuenta, los pensamientos negativos están atormentándola, con tal fuerza, que no puede dejar de pensar en ellos. Ahí, puede usar la técnica de “la banda de goma”. ¿Vio esas banditas con las que envuelven el dinero en el banco? Consiga una y póngasela en la muñeca. Cuando no pueda evitar pensar en esas ideas, entonces tome la banda que tiene en la muñeca, estírela lo más posible y suéltela. El dolor hará que los pensamientos desaparezcan mágicamente. Es una técnica un poquito dolorosa pero efectiva. Pruébela y verá. La cuestión es usar todo los recursos para recuperar el derecho de usted manejar su mente. Le deseo el mayor de los éxitos.

Dr., estoy muy preocupado por que no puedo cambiar y temo que fracase mi matrimonio. Tengo 35 años, hace 1 año que me casé. He vivido solo y ahora vivir en pareja me resulta muy difícil. Cometo errores que antes no me daba cuenta, pero ahora mi esposa me los señala continuamente. Dejo la plancha de la ropa encendida, me olvido de pagar las cuentas, discuto por cualquier cosa, me enojo con facilidad. Después me doy cuenta que estuve mal, pero me nace espontáneamente. Después pido disculpas y le prometo que voy a cambiar, pero la siguiente vez me sucede lo mismo. Ella se está cansando. Ya no me cree. Últimamente me rehúye, no quiere dormir conmigo y la comunicación es cada vez más escasa. ¿Cómo puedo hacer para cambiar? Por favor, doctor, ayúdeme.

Raúl A.-Medellín, Colombia

Estimado Raúl:

Raúl, cuando uno quiere cambiar debe empezar con lo más fácil, jamás proponerse cambiar actitudes o comportamientos profundos, muy arraigados. El cambio es un proceso, debe ser paulatino y progresivo. Es como subir una escalera, hay que hacerlo escalón tras escalón. Metas pequeñas alcanzables. Lo que le aconsejo es que haga una lista de conductas que ve necesario cambiar, todas aquellas que su esposa le ha señalado como inconvenientes. Luego de tener la lista, evalúe punto de acuerdo a su dificultad. Puede numerarlos, para empezar con las más fáciles, lo más accesible para usted. Por ejemplo, si los puntos son: no dejar la plancha prendida; pagar las cuentas; no discutir; no enojarse fácilmente. ¿Cómo sería el orden de dificultad? Si lo más fácil de hacer es desenchufar la plancha cada vez que la utiliza, entonces póngase esa meta. Esfuércese en ese punto. Por ahora no se preocupe por lo demás. Procure superar eso y cuando lo haya logrado, entonces dispóngase a dar el según paso, subir el próximo escalón. Recuerde, el cambio es posible, pero en forma progresiva, paso a paso, escalón tras escalón.

Mucho éxito con su plan de transformación. ¡Éxito!

Dr. Pereyra Tengo 24 años y sufro cuando voy a reuniones sociales. Es terrible cuando estoy con algún muchacho. Las emociones me paralizan. No sé qué hacer para superarlas. Fui a una psicóloga que me enseñó algunas estrategias pero no me sirvieron. ¿Qué puedo hacer para superar mi timidez?

María Belén C.-Montreal, Canadá

Estimada María Belén:

Lo que le sucede es algo bastante frecuente en mujeres jóvenes. Se llama “fobia social”. En USA el 7% de la población sufre este problema de ansiedad. La buena noticia es que puede superarse con un buen tratamiento. No se desanime si fracasó anteriormente, este asunto requiere perseverancia y un programa de asistencia sistemático y multidisciplinario. Habría que evaluar el grado de ansiedad. Quizás necesite algún ansiolítico para poder controlar mejor sus emociones. Luego hay que exponerse gradualmente y en forma progresiva a la situación temida, primero en reuniones con gente de confianza, familiares o amigos, donde pueda manejarse con cierta tranquilidad. A medida que se sienta con mayor confianza, luego participar en reuniones con desconocidos donde no tenga que ejercer un rol importante y luego podrá enfrentar casos más difíciles como estar con un muchacho. Paralelamente es útil conocer y aplicar estrategias de habilidades sociales (hay libros y cursos muy buenos sobre la materia), realizar ejercicios de relajación muscular (son muy buenos los masajes, la hidroterapia y la fisioterapia) y técnicas de respiración diafragmática para controlar la ansiedad, especialmente en momento de sentirse muy nerviosa. Es posible que haya tenido alguna experiencia desagradable o traumática de relaciones de pareja que puede estar molestándola a la hora de tratar con algún muchacho. Allí la atención psicológica puede ser necesaria para superar el asunto y sentirse liberado del mismo. También el apoyo espiritual es importante, orar y pedirle a Dios que le de fuerzas para enfrentar exitosamente esos momentos que la paralizan y la incapacitan para desarrollarse socialmente.

María Belén, luego de haber tratado a decenas de personas como usted que tenían las mismas dificultades y verlas luego manejarse con seguridad y solvencia en diferentes situaciones, me permite asegurarle que lo suyo es algo superable, con la ayuda necesaria y perseverancia. Lo que no hay que hacer es rehuir el problema. Si siempre se evita lo difícil se tornará imposible. Pero si se enfrenta con la ayuda necesaria descubrirá que es posible, descubriendo las fuerzas para vencer y la satisfacción del logro obtenido. ¡Mucho éxito!

Ay, Doctor, no sé qué me pasa. Veo caras horribles en los troncos de los árboles. También me pareció que había una víbora en el closet, aunque después me fije bien y era la ropa retorcida. Últimamente estoy muy nerviosa, pero esto nunca me había ocurrido. ¿Me estaré volviendo loca? Por favor, ¿me podría decir que me está pasando?

Melissa T.- Córdoba, Argentina

Estimada Melissa:

No se alarme, no se está volviendo loca. Lo que le pasa es algo sin mucha relevancia. Constituye una experiencia más de su estado de ansiedad. Se llama “ilusión catatímica”. Es una leve distorsión de la percepción producto de su estado emocional excitado. Todas las ilusiones ocurren cuando la realidad es ambigua o poco clara. Por ejemplo, entre las sombras algunas cosas parecen diferentes, lo que lleva a confundir un desconocido con un amigo. Cuando una persona esta somnolienta, fatigada o ha tomado ciertos medicamentos o drogas, puede ver cosas extrañas producto de las propias expectativas o los temores. Las ilusiones catatímicas suelen ocurrir durante estados emocionales intensos. Pueden producir la visión de figuras terroríficas que aparecen y desaparecen según las variaciones del estado emocional de la persona. En un grado menor, bastante común, suceden estas ilusiones al mirar las nubes o las laderas de montañas lejanas, donde se pueden ver diferentes imágenes, caras o personajes curiosos. Los especialistas están de acuerdo que no es un rasgo patológico sino resultado de las emociones desbordadas o muy estimuladas.

¿Qué hacer con las ilusiones catatímicas? Una paciente mía lo que hacía era no mirar los lugares u objetos donde se aparecían esas figuras. Procuraba restarle importancia, hacer como si no existieran. Finalmente ya no le molestaban. Pero lo mejor que puede hacer es tranquilizarse, bajar los niveles de estrés, lograr un estado emocional estable y menos reactivo. Hay muchas estrategias útiles para disminuir en forma sana el estrés. Esta publicación continuamente trae orientaciones muy útiles sobre el tema. Por ejemplo, es muy beneficioso hacer ejercicio en forma sistemática, practicar algún deporte, caminar unos 10 mil pasos por día y evitar en lo posible situaciones que puedan exacerbar las emociones. También una dieta sana sin estimulantes como tabaco, alcohol, café u otras bebidas cafeinadas. Si continúa muy nerviosa a pesar de todos sus intentos por apaciguar su ánimo sería bueno que consulte un especialista para que le pueda dar orientaciones o indicaciones más precisas. Seguramente en poco tiempo desaparecerán esas visiones molestas.

Le deseo el mayor de los éxitos con lograr la serenidad y una vida más satisfactoria.

Doctor, tengo sobrepeso, los médicos me han dicho que tengo riesgo de tener un trastorno cardiovascular. Soy un sedentario nato. Trabajo en una oficina y estoy todo el día sentado. Debería ir a un gimnasio, pero cuando salgo del trabajo no tengo voluntad para estar a los saltos o dándo vueltas a esas bicicletas fijas. ¿Qué me aconseja? ¿Cómo podría adquirir el hábito de hacer ejercicio diario?

Víctor P.- Punta del Este, Uruguay

Estimado Víctor:

Es cierto, incorporar hábitos saludables es difícil para la mayoría de la gente, pero la buena noticia es que es posible y una vez adquirido el hábito se realiza sin esfuerzos. También es un hecho demostrado por una multitud de evidencias empíricas que la gente obesa muerte de enfermedades cardiovasculares con mayor frecuencia que la gente delgada, sin embargo, las personas gordas con buen estado físico tienen la mitad del riesgos que quienes están mal físicamente. Es decir, el problema principal es la inactividad. Los estudios han mostrado que un mal estado físico se correlaciona en forma importante con la mortalidad por cualquier causa, y en especial con las enfermedades cardiovasculares.

Por ese motivo, la American Heart Association (la asociación estadounidense del corazón) recomienda caminar 10 mil pasos por día para disminuir el riesgo cardiovascular. Hacer menos de 5 mil pasos indica un estilo de vida sedentario, que como dijimos se asocia con una amplia gama de repercusiones negativas en la salud. Las personas que dan entre 5 mil 7 mil 500 pasos al día se consideran “poco activas”. Las que dan entre 7.500 y 9.999 se consideran “algo activos”. El límite para catalogar a una persona como activa son los 10 mil pasos. Quienes dan más de 12.500 pasos al día se considera “muy activos”. Ahora, la cuestión es ¿cómo hacer para alcanzar esos benditos 10 mil pasos? Además, ¿cómo sabemos los pasos que damos al día?

La respuesta es tener un podómetro, esto es, un relojito que se pone en la muñeca, que además de decirle la hora, el ritmo cardíaco y otras funciones, va contando los pasos que estamos dando. Tiene un costo de algo más de 100 dólares. Vienen con una aplicación para celulares que también le cuentan los pasos y le dan una gran cantidad de información adicional sobre su salud. El reloj es fácil de llevar y muy práctico. Le puedo confesar que a mí el podómetro me cambió la vida. Todos días doy los 10 mil pasos, haciendo el camino más largo, tratando de no quedarme quieto, levantándome para ir al baño o hacer cosas que antes dejaba de hacer. No tengo inconveniente en ir varias veces al mismo lugar, si me olvido de algo, antes decía “qué cabeza la mía”, ahora pienso “genial, me ayuda a dar más pasos”. Así que favorece la autoestima, pero especialmente permite vivir más saludablemente. Haga la práctica y después me avisa.

Doc: Hola, bueno creo que necesito ayuda... soy casada tengo 23 años y tengo 2 bebes una de 3 años y 7 meses y el menor de 1 año y 7 meses... No sé qué hacer con mi carácter, rápido me altero, no les tengo paciencia, tengo mucha ansiedad, rápido me enojo, me estreso demasiado y yo digo no quiero ser así quiero cambiar pasar tiempo con ellos porque esta edad es hermosa pero siento que no puedo... ¿Me puede ayudar con algún consejo?

Mamá anónima

Estimada mamá:

Efectivamente la etapa de sus hijos es una edad en la que ellos necesitan mucho de usted y en la que puede disfrutar grandemente al mismo tiempo que los educa.

Es cierto que son edades cuando los niños demandan mucho y fácilmente se puede perder el control y reaccionar mal. Es algo que le sucede a todas las madres con niños pequeños. Muchas madres escapan a esa responsabilidad y contratan a niñeras mientras ellas trabajan y de esa manera descansan unas horas. Quiero felicitarle porque usted no lo ha hecho. En esas edades la madre es insustituible, aunque signifique un gran esfuerzo y muchas veces piense que va a enloquecer con los llantos o despertarse a la madrugada para atenderlos. Son unos pocos años en que tendrá que hacer este esfuerzo pero ellos se lo agradecerán toda la vida y usted misma verá más adelante que valió la pena el esfuerzo. Los años pasan rápidos, cuando quiera acordar ya empezarán la escuela y vera que el trabajo disminuye.

Ahora, ¿cómo se cambia el carácter? ¿De qué manera se aprende la paciencia y el control de las emociones? No hay una receta mágica, es luchando cada día, haciendo el esfuerzo por no reaccionar, ejercitando la voluntad y una disposición tranquilizadora. Antes de gritar desaforadamente y enojarse hay que respirar profundo, contar hasta 10, 20 o hasta 100 si es necesario, pensar que son chicos, que es normal que lloren, pero usted debe tranquilizarlos, tratarlos con dulzura y buen ánimo. Es un aprendizaje continuo. El hogar es la escuela del desarrollo del carácter, no sólo para los hijos sino también para los padres. Con la ayuda de Dios se puede lograr transformar el carácter y llegar al ideal de ser alegre y apacible. Esta es la tarea más importante de la vida, ya que el carácter es lo único que vamos a heredar al cielo. ¡Aproveche estos años de oportunidad para mejorar su carácter y forjar caracteres ejemplares en sus hijos! Qué Dios la bendiga grandemente en su noble tarea de educadora de su familia.

Doctor Pereyra:

Hace mucho tiempo que no siento nada. Poco a poco, me he ido dando cuenta de que todo me es indiferente emocionalmente. Me he informado y he probado a relajarme y pensar en aquel sentimiento de amor, felicidad, terror...cualquier cosa, pero cuando lo intento, no soy capaz de concentrarme totalmente, además noto como una coraza en el pecho, que no deja aflorar ninguno de estos sentimientos... No he tenido tantas experiencias desagradables, o quizá no las recuerdo, o quizá no sea capaz de acordarme de cómo me sentí, porque ya no sé lo que es sentir, esto me está "preocupando" mucho últimamente, pero no me pone triste, porque no siento tristeza, ni felicidad, pero sé que yo no soy así, y quiero volver a sentir las maravillosas cosas que sentía antes. No sé qué más hacer ya, estoy "desesperado" si es así como se le llama..., Agradecería mucho me pudiera ayudar, como una última esperanza. Gracias.

Raúl G.-La Plata, Argentina

Estimado Raúl:

Hay personas que se caracterizan por tener notorias dificultades para expresar sus emociones. Tienen un pensamiento concreto, pobre imaginación, evitan los conflictos y suelen somatizar los problemas sin tener conciencia de ello. Esta dificultad se llama alexitimia, la incapacidad para leer o expresar los sentimientos. En ellos es normal todo lo que tu mencionas que te sucede.
Pero, tengo la impresión que no es tu caso, porque refieres que antes no eras así, es decir, podías experimentar vivamente las emociones. Esto indicaría que en algún momento, por alguna cosa, tus sentimientos se aplanaron, reprimieron o bloquearon. Ese silenciamiento suele ocurrirles a las personas depresivas. Ellos perciben todo en forma indiferente, nada les atrae, todo las experiencias están como aplanadas sin que nada despierte interés o atracción. Hay un estado de apatía, de perdida de la motivación y el entusiasmo. Parecería, Raúl, que algo de esto te ocurre, sin embargo, tampoco sientes tristeza como ocurre con las personas que padecen de depresión. Tú, estás más bien sorprendido por lo que te ocurre. A no ser que estés cursando una depresión atípica, tu problema es otro.
Mi impresión es que algún evento desagradable en tu vida ha disparado ese bloqueo de las emociones (aunque tú no lo recuerdes, porque también ese evento está bloqueado), como un mecanismo de defensa para no experimentar más emociones dolorosas. Mi consejo es que deberías realizar un psicodiagnóstico para verificarlo y un tratamiento psicológico para desbloquear las emociones y recuperar tus afectos. Mucho éxito.

Dr. Pereyra: Tengo un problema y no sé por hacer. Estoy casado con una mujer de 29 años, tengo 35 años y un hijo. Si miras la familia exteriormente parece ejemplar. Nos repartimos las tareas de la casa, cocinamos los dos, hacemos todo junto. El problema es que ella se ha enfriado, esta como un hielo. Antes me besaba, me abrazaba, me cuidaba y hacia lo que fuera para hacerme feliz... hoy es otra. Con el hijo o con otras personas es amorosa. No quiere abrazos ni besos, si le doy se enoja. No la puedo tocar porque se molesta. Le preguntó si me quiere y me dice: “si estoy aquí será porque te quiero, ¿no?” Tenemos sexo cuando ella me lo pide ya que si yo le pido no quiere. Sé que no me engaña con otro hombre. He intentado hablar con ella pero es perder el tiempo, dice que ella es así. Antes no era así y con el resto de personas tampoco lo es. Nos comportamos como si fuéramos amigos porque el amor que me demuestra es nulo. Supongo que el divorcio seria el camino fácil, pero yo la quiero, daría todo por ella. Me da la sensación que cada día es igual al anterior y que moriré frustrado, sin poder disfrutar de una mujer que me de amor. No sé qué hacer. Doctor, ¿qué consejo me podría dar? Ella se niega a hablar del tema del amor, es más, me dice "¿otra vez con lo mismo? Parece que el problema es mío, ya que ella esta estupendamente como esta.

Ernesto L.-Chiclayo, Peru

Estimado Ernesto:

¡Así es la vida! ¡Llena de giros y cambios! Estos vaivenes traen alteraciones que reclaman por renovaciones. Gracias a Dios su esposa no decidió cambiar de esposo. El matrimonio se mantiene, lo que cambió es la calidad de la relación. Todo parece mostrar que su esposa está en otra etapa. Las mujeres al convertirse en madres, por naturaleza tienden a volcar su amor, cuidados y atenciones al hijo. Los hombres muchas veces nos sentimos desplazados y molestos por esas transformaciones.
El desafío consiste en adaptarse a los cambios y buscar nuevas estrategias para recuperar el amor de su esposa. ¿Cómo lograrlo? Cultivando una actitud de tolerancia, comprensión y cariño. Hay que tolerar su aparente distancia y volver a enamorarla. Tendrá que descubrir como seducirla, cómo revivir sus antiguos sentimientos, sin forzar ni hacer reclamos. Es hora de madurar la relación y rescatarla del rol de madre exclusivista. Requiere paciencia, creatividad, elogios, agradecimiento (por la excelente madre que es) y un cariño sostenido. No juegue al rol de víctima ni insista en reclamos. Practique un amor desinteresada, de entrega y disponibilidad permanente. Ya va verá que tendrá su recompensa.

Carlos U.-Houston, Estados Unidos

Estimado Carlos:

No solo debe cambiar sino convencer a su esposa que ahora va en serio. Por lo que informa, se va agotando la credibilidad en su palabra. Eso es peligroso porque le deja poca capacidad de maniobra, quiero decir, que no tiene margen de error, que tiene que mostrar hechos del cambio, no palabras. Si ella no ve alguna conducta suya diferente es posible que pierda totalmente la confianza en usted, lo cual podría ser catastrófico para el matrimonio.
Raúl, cuando uno quiere cambiar debe empezar con lo más fácil, jamás proponerse cambiar actitudes o comportamientos profundos, muy arraigados. El cambio es un proceso, debe ser paulatino y progresivo. Es como subir una escalera, hay que hacerlo escalón tras escalón. Metas pequeñas alcanzables. Lo que le aconsejo es que haga una lista de conductas que ve necesario cambiar, todas aquellas que su esposa le ha señalado como inconvenientes. Luego de tener la lista, evalúe punto de acuerdo a su dificultad. Puede numerarlos, para empezar con las más fáciles, lo más accesible para usted. Por ejemplo, si los puntos son: no dejar la plancha prendida; pagar las cuentas; no discutir; no enojarse fácilmente. ¿Cómo sería el orden de dificultad? Si lo más fácil de hacer es desenchufar la plancha cada vez que la utiliza, entonces póngase esa meta. Esfuércese en ese punto. Por ahora no se preocupe por lo demás. Procure superar eso y cuando lo haya logrado, entonces dispóngase a dar el según paso, subir el próximo escalón. Recuerde, el cambio es posible, pero en forma progresiva, paso a paso, escalón tras escalón.
Mucho éxito con su plan de transformación. ¡Éxito!

Hola, Dr. Pereyra. Estoy enamorado de una chica a la que llevo tratando de conquistar casi un año!, pero no avanzo, más bien retrocedo. Lo paso fatal porque ella me encanta, es la mujer de mi vida! y veo que no puedo hacer nada. Ella sigue conociendo chicos, siempre me da largas cuando le digo de charlar. Trato de olvidarme de ella pero no lo consigo, siempre me vienen imágenes suyas y recuerdos, con los consiguientes dolores de estómago al darme cuenta de que jamás podré estar con ella. ¿Podrías ayudarme para pasar la página y dejar de sufrir por ella?

Anónimo

Estimado consultante, tus palabras encierran una incoherencia, quieres olvidar a la que consideras el “amor de tu vida”. Si piensas que es el amor de tu vida nunca podrás olvidarla. Si realmente quieres “pasar la página” y seguir adelante, lo primero de todo es pensar diferente, que fue un amor frustrado, un intento fallido, alguien que te gustó nada más. Quizás fue una desdicha o quizás fue una suerte. ¿Cómo te imaginarías la vida con alguien que le resultas indiferente y que siempre le interesa nuevos chicos? Estoy seguro que el “amor de tu vida” será aquella quien realmente tú le intereses, que este enamorada de ti como tú de ella, que te haga feliz, no que te haga sufrir. Marcelo, convéncete, ese no es el amor de tu vida, el mismo está esperándote en el futuro, y lo vas a encontrar en la medida que dejes de pensar en esa muchacha.
¡Para de sufrir! Acaso, un año, ¿no fue suficiente? Dite a ti mismo: “¡Ya está! ¡Terminó! ¡Basta! No quiero seguir sufriendo más. No vale la pena seguir teniendo dolor de estómago. Puedo y quiero ser feliz con alguien que realmente me quiera.”
Entonces, deja de verla, no preguntes más por ella. Sigue adelante con tu vida. Seguro que podrás llenar las páginas futuras con experiencias nuevas y dichosas, junto a personas que te reconozcan y valoren. ¡Mira hacia adelante! Deja de mirar hacia atrás como la mujer de Lot, aquel personaje bíblico que quedó convertida en una estatua de sal. Tú podrías convertirte en la imagen de la amargura, la frustración y el fracaso. En cambio al mirar hacia adelante encontrarás motivos que te inspirarán a ser mejor y vivir feliz.
Mucho éxito en tus conquistas futuras. Un abrazo.

CONSULTAS AL DR. MARIO PEREYRA